Concepto de CPM

¿Qué es el CPM?

El término CPM, o Coste por Mil Impresiones, hace referencia a una métrica que representa el coste monetario de mostrar 1.000 veces un mismo anuncio. Se trata de un sistema de tarifas que se emplea para indicar costes publicitarios y que se utiliza especialmente en el caso de los banners de las páginas webs. Así, los precios se establecen en función de las miles de impresiones.

El CPM tiene su origen en la publicidad en medios tradicionales como la televisión, radio y la prensa, donde se venden anuncios basados en la audiencia que tiene el medio concreto. Sin embargo, ha cobrado mucha importancia en las estrategias publicitarias digitales, ya que la tecnología permite medir cuántas veces se ha visto un anuncio.

Para poder comprender bien el concepto, también tenemos que tener bien claro cuál es el significación de una impresión. Esta consistiría en cada vez que una persona ve algo, es decir, en cada ocasión en la que visualiza nuestro anuncio, aunque no interaccione con él. De esta manera, con el CPM, los anunciantes estarían pagando una cantidad concreta, previamente acordada con el publicista, en función de las veces que nuestro formato publicitario aparece en la web en la que está navegando el consumidor.

El CPM es recomendable para aquellos negocios que tengan un buen tráfico de base, puesto que este tipo de pago solo nos calcula la cantidad de visitas, pero no la calidad de las mismas. Esto se traduce en que el objetivo principal del CPM no es el de aumentar la tasa de conversión, aunque eso pueda suceder.

Si lo que queremos es aumentar las visitas entonces nos conviene utilizarlo, pero no es el método más idóneo para la generación de leads. Por ejemplo, el CPM se suele emplear en campañas de branding, ya que el objetivo es aumentar la conciencia de marca de una empresa.

Para saber si nos va a servir para los objetivos que tenemos como empresa, tendremos que realizar un análisis y barajar las distintas posibilidades, puesto que, dentro de este tipo de técnicas del mercado de la publicidad, también encontramos otros medidores, tales como el Coste por Adquisición (CPA) y el Coste por Clic (CPC).

Para qué sirve el CPM

Con el CPM se pueden establecer unos precios concretos dentro del ámbito de los anuncios de las campañas publicitarias. Aparte, con este método, la empresa se asegura de que los anuncios de su campaña publicitaria se muestran el número de veces por el que está pagando y que llega a la cantidad de usuarios esperada. En cualquier caso, los costes publicitarios se pueden contabilizar de un modo claro y simple.

Es una buena opción para aquellos negocios que quieran hacer publicidad con el objetivo de llegar a un público masivo, sin importar a quién están llegando o qué hace ese usuario ante el anuncio que ha visto. No es el sistema más rentable si estamos buscando clientes, pero es una buena manera de impulsar la presencia de una marca en el entorno digital y que la gente sepa de ella.

Ejemplos de CPM

Poner un ejemplo de CPM es difícil porque estos se basan en la tarificación en función de los anunciantes y de las empresas de publicidad. Sin embargo, imaginemos que tenemos una agencia de viajes y que quisiéramos lanzar un banner publicitario en varias webs para promocionar nuestro servicio y que más gente llegue a nuestra página.

El CPM lo emplearíamos para saber cuánto tenemos que pagar por cada una de las personas que vean nuestro anuncio. En el momento de determinar un precio para los banners, también tenemos que tener presentes diferentes variables, como el formato que se elige, la posición que ocupa en la página en la que vamos a anunciarnos o su tamaño.

Para calcular el CPM, habría que dividir el coste total de los anuncios entre el número de impresiones y después multiplicar la cifra que obtengamos por 1.000.

Más información sobre el CPM

Si te has quedado con ganas de saber más acerca de la publicidad digital, no te preocupes, porque en los siguientes enlaces podrás obtener más información acerca de su funcionamiento y de las técnicas más comunes.